La declaración entre la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas y la CIDH busca fortalecer la colaboración entre los sistemas universal y regional de derechos humanos, reforzando y formalizando prácticas establecidas. Esto incluye acciones conjuntas, consultas e intercambio de información regular y colaboración en el desarrollo normativo, así como diversas otras actividades.
Durante la ceremonia para firmar la declaración, el Alto Comisionado Zeid declaró que “el trabajo de mi Oficina y de la CIDH es complementario. Trabajando conjuntamente podemos hacer más para proteger y promover los derechos humanos en el continente americano. La Comisión Inter-Americana es un órgano altamente respetado y cuenta con nuestro firme respaldo. Nos preocupa que algunos países muestren cierta resistencia hacia el sistema regional de derechos humanos y alentamos a todos los Estados miembros de la OEA a asumir su responsabilidad de apoyar a la Comisión Inter-Americana, mediante el cumplimiento de sus decisiones y el aporte financiamiento adecuado.”
La Presidenta de la CIDH Tracy Robinson agregó que “las Naciones Unidas y la Comisión Inter-Americana enfrentan desafíos similares. Nuestra alianza por lo tanto es crítica para fortalecer nuestro rol en asistir a los Estados en cumplir con sus obligaciones en materia de derechos humanos y a las víctimas en el goce de sus derechos. Acogemos con beneplácito esta declaración como un importante paso para reforzar los derechos humanos de todos y todas en las Américas y nos alegra la perspectiva de seguir en contacto cercano con el Alto Comisionado, su Oficina y los mecanismos de derechos humanos que apoya.”
El Alto Comisionado Zeid y la CIDH discutieron situaciones de derechos humanos de preocupación común en la región, a fin de priorizar acciones conjuntas. Esto incluye los derechos humanos en el ámbito económico y de desarrollo, así como la violencia e inseguridad que afectan a muchos países de la región. Si bien América Latina y el Caribe han alcanzado importantes progresos en la reducción de la pobreza, la región aún tiene enormes disparidad de ingresos. La discriminación enraizada es la causa principal y a la vez exacerba esta desigualdad, en particular hacia comunidades indígenas, e induce el conflicto social. La región también tiene las más altas tasas de homicidio en el mundo en zonas sin conflicto armado. Estos niveles tan elevados de violencia e inseguridad constituyen una grave amenaza a todos los derechos humanos y al estado de derecho en la región.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos y elegidas por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
Leer la declaración (en inglés)
CIDH / IACHR
Washington, D.C. 20006
Anuario Iberoam…
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